El castillo de Guimarães se halla emplazado en el Monte Latito, también conocido como la colina sagrada. El inicio de las obras de fortificación se encuentran en el siglo X. Proceso iniciado por la Condesa Mumadona Dias para defenderse de los ataques de los moros.
En este lugar se libró la batalla de San Mamede1 (24 / 06 / 1128), relacionada con los orígenes de Portugal como nación.
Fue ampliado en el siglo siguiente por el conde Henrique de Borgoña, que estableció en él su corte. A partir del siglo XV dejó de tener función defensiva y tuvo usos diferentes, tales como cárcel política o granero. Tras años de abandono fue rehabilitado y se abrió al público para su visita en 1.940.
Ocurrida el 24 de junio de 1128, la Batalla de San Mamede se libró entre las tropas de Alfonso I de Portugal y las tropas de su madre, Teresa de León, y del conde gallego Fernando Pérez de Traba, que intentaba apoderarse del gobierno del Condado Portucalense. Las dos facciones se enfrentaron en el campo de San Mamede, cerca de Guimarães.
Con la derrota, Teresa y Fernando Pérez abandonaron el gobierno condal, que quedaría ahora en las manos del infante y sus partidarios, disgustando al obispo de Santiago de Compostela, Diego Gelmírez, que codiciaba el dominio de las tierras. Teresa desistía así de las ambiciones de ser señora de toda Galicia. Existen rumores no confirmados de que ella había sido aprisionada en el Castillo de Lanhoso.
Con la derrota, Teresa y Fernando Pérez abandonaron el gobierno condal, que quedaría ahora en las manos del infante y sus partidarios, disgustando al obispo de Santiago de Compostela, Diego Gelmírez, que codiciaba el dominio de las tierras. Teresa desistía así de las ambiciones de ser señora de toda Galicia. Existen rumores no confirmados de que ella había sido aprisionada en el Castillo de Lanhoso.
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