El Arco de Santa María es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad de Burgos (España). Una de las antiguas doce puertas de acceso a la ciudad en la Edad Media, comunica el puente de Santa María, sobre el río Arlanzón, con la plaza del Rey San Fernando, donde se yergue la catedral.
Construido inicialmente en el siglo XIV-XV, en el siglo siguiente, concretamente entre 1536 y 1553, fue remodelado totalmente por Juan de Vallejo y Francisco de Colonia, dando lugar a la entrada realizada con la típica piedra caliza blanca burgalesa,en esta ocasión proveniente de las canteras de Hontoria de la Cantera que puede contemplarse en la actualidad.
La puerta fue concebida a manera de gran arco triunfal, con organización de retablo labrado en piedra y con un remate almenado a modo de castillete, lo que hace del conjunto un monumento arquitectónico bastante singular. En las seis hornacinas principales, dispuestas en dos cuerpos y tres calles, se encuentran personajes importantes de la historia de la ciudad y de Castilla: los Jueces de Castilla (Nuño Rasura y Laín Calvo); los condes Diego Rodríguez Porcelos, fundador de la ciudad, y Fernán González, primer conde independiente de Castilla; el Cid; y el emperador Carlos I, a quien dedicó la ciudad el Arco para congraciarse con él tras las revueltas comuneras.
En el interior del Arco, unas escaleras de origen medieval dan acceso a la sala principal, reformada en la actualidad, aunque conserva un fragmento de yeserías mudéjares, procedentes del castillo de Burgos; en esta sala destaca un gran mural del pintor burgalés José Vela Zanetti dedicado al Conde Fernán González y a la independencia de Castilla. La sala, que ocupa dos plantas, está cerrada por una cristalera decorada con el escudo de la ciudad.
Construido inicialmente en el siglo XIV-XV, en el siglo siguiente, concretamente entre 1536 y 1553, fue remodelado totalmente por Juan de Vallejo y Francisco de Colonia, dando lugar a la entrada realizada con la típica piedra caliza blanca burgalesa,en esta ocasión proveniente de las canteras de Hontoria de la Cantera que puede contemplarse en la actualidad.
La puerta fue concebida a manera de gran arco triunfal, con organización de retablo labrado en piedra y con un remate almenado a modo de castillete, lo que hace del conjunto un monumento arquitectónico bastante singular. En las seis hornacinas principales, dispuestas en dos cuerpos y tres calles, se encuentran personajes importantes de la historia de la ciudad y de Castilla: los Jueces de Castilla (Nuño Rasura y Laín Calvo); los condes Diego Rodríguez Porcelos, fundador de la ciudad, y Fernán González, primer conde independiente de Castilla; el Cid; y el emperador Carlos I, a quien dedicó la ciudad el Arco para congraciarse con él tras las revueltas comuneras.
En el interior del Arco, unas escaleras de origen medieval dan acceso a la sala principal, reformada en la actualidad, aunque conserva un fragmento de yeserías mudéjares, procedentes del castillo de Burgos; en esta sala destaca un gran mural del pintor burgalés José Vela Zanetti dedicado al Conde Fernán González y a la independencia de Castilla. La sala, que ocupa dos plantas, está cerrada por una cristalera decorada con el escudo de la ciudad.
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